El funnel de ventas y el recorrido que realizan los usuarios para pasar de visitantes a clientes, tienen por objetivo crear relaciones duraderas entre la marca y el usuario.

¿Cómo se logra tener éxito a lo largo de este embudo de conversión? Para conseguir aportar valor a un usuario es necesario entender qué es lo que aquel cliente potencial realmente necesita en cada momento.

Un usuario pasa por distintas etapas antes de convertirse en cliente: primero descubre el problema, luego cómo la empresa puede ayudarle a solucionarlo, hasta llegar a convertirse en embajador de la propia marca.

El flywheel Un usuario pasa por distintas etapas antes de convertirse en cliente: primero descubre el problema, luego cómo la empresa puede ayudarle a solucionarlo, hasta llegar a convertirse en embajador de la propia marca.

1. Atracción
En esta primera fase el usuario está interesado en un tema pero no es plenamente consciente del problema en concreto y todavía no piensa en tu producto/servicio. Forma parte de las estrategias de inbound marketing llevar al usuario desde donde está, hasta el punto en el que es consciente de esa carencia, aquello que necesita, o el problema que debe solucionar. Es por eso que se deben potenciar contenidos TOFU (top of the funnel), con el objetivo de informar sobre lo que le interesa, centrándonos por supuesto en su necesidad implícita.

2. Consideración
El usuario es consciente de su necesidad o problema y quieren satisfacerlo, por lo que comienzan a considerar opciones de productos o servicios que puedan ayudarles. Es por eso que, en esta fase, potenciaremos los contenidos MOFU (middle of the funnel), orientados a presentar al usuario las distintas soluciones a su problemática.

3. Conversión
El usuario se encuentra listo para finalizar la transacción. Debemos hacerles ver que nuestro producto/servicio es el más adecuado para sus necesidades. En esta fase, potenciaremos los contenidos BOFU (bottom of the funnel), en los que se puede hablar tanto de la marca como de sus productos, a través de una oferta comercial concreta.

4. Fidelización
El contenido de marca relacionado con el producto/servicio es ideal para ello. Por lo general, obtener clientes nuevos tiene un mayor coste que fidelizar a los que ya han comprado los productos anteriormente. Teniendo esto claro, se aprovecha este punto del embudo para seguir preocupándonos por los clientes y ofrecerles nuevas propuestas y oportunidades.

Las claves del éxito de cualquier estrategia digital global es la completa alineación entre los objetivos de negocio, el funnel de ventas y el contenido que se comparte en cada etapa del embudo de conversión.

¡Hablemos!